Las 12 mejores series con o sobre programadores: de genios tecnológicos a "piratas" informáticos
El programador informático ha sido un personaje tradicionalmente considerado un mero comparsa del héroe, que siempre es todo músculo y donosura. El providencial cerebro que proporciona los trucos para entrar en fortalezas, para leer correos ajenos, para acceder a claves secretas. Siempre un secundario irremediablemente ligado a la tipología clásica del nerd: gafotas, con problemas para socializar, muy listo pero muy poco vivido.
Pero llegó un momento, a finales del siglo pasado, en el que las cosas empezaron a cambiar. Quizás fue el impacto de 'Matrix', en el que los héroes que intentaban derrotar a las máquinas eran también hackers que entendían el código y sabían manipularlo para aprender kung fu. El caso es que la sociedad también cambió a ritmos agigantados, y quienes antes eran los marginados en películas como 'La revancha de los novatos' (quizás la primera película en plasmar el triunfo del nerd) ahora eran los dueños de las principales empresas del mundo. Ser un experto en tecnología e informática dejó de ser una carga: ahora era la marca del héroe.
A un nivel mucho menos épico, eso también acabó impactando en las series. Los programadores no solo pasaron a ser protagonistas de ficciones de todo tipo, sino que el propio entorno laboral y empresarial relacionado con la tecnología pasó a despertar el interés de los espectadores. Hemos traído unos cuantos ejemplos para revisar esta revolución en la visión de los programadores en las ficciones televisivas. Estas son las 12 mejores series con o sobre programadores.
Los informáticos (2006-2013)
La primera sitcom que puso a los programadores en el centro de la ecuación, en una serie tronchante y muy inglesa, y donde Graham Lineham ponía en práctica lo aprendido en series previas suyas como 'Father Ted' o 'Black Books'. En este caso, se centra en el mugriento departamento informático de una empresa, donde solo conviven dos asociales nerds y una ambiciosa (e inútil) recién llegada sin la más remota idea de tecnología.
'The IT Crowd' consigue esquivar todos los riesgos de caricaturizar con tópicos a los informáticos gracias a un humor salvaje que no deja títere con cabeza y que los presenta, en realidad, como víctimas de la deshumanizadora corporación para la que trabajan. Rebosante de momentos surreales (ese salir a fumar a Rusia) y secundarios sensacionales (todos los jefes), también nos brindó uno de los personajes más memorables de esta lista, el inclasificable Moss.
Puedes verla en Netflix.
Jpod (2008)
Una comedia basada en la ácida novela de Douglas Copeland ('Generación X') que, pese a las buenas críticas de su primera temporada, no pasó de sus capítulos iniciales. Cuenta las vidas de seis programadores de videojuegos sometidos a los surreales designios de una multinacional. Aunque no siempre hila todo lo fino que podría con semejante argumento, la trama es lo suficientemente disparatada cuando sale del círculo estricto de los protagonistas como para que sea una visita obligada para los rastreadores de programadores de videojuegos en la ficción.
Person of interest (2011-2016)
Está claro que a Jonathan Nolan le interesan las máquinas: suya es 'Westworld' y suya es también esta singular serie que arrancó como un procedimental hi-tech, pero que pronto tomó otros derroteros. Su punto de partida nos presentaba a un hacker que desarrolla un programa conocido como La Máquina, que puede predecir actos terroristas. En torno a él se forma un grupo para investigar a posibles criminales o víctimas futuras, y pronto la serie se convierte en una interesante e inesperada reflexión sobre el alcance de las inteligencias artificiales, donde el programador y su capacidad tienen importancia limitada, pero que amplía el foco a temas relacionados igualmente relevantes.
Betas (2013-2014)
Webserie producida por Amazon y de vida muy fugaz, ya que solo duró 11 episodios. Tenía un tono y un estilo similar a 'Silicon Valley', pero sus personajes y la complejidad de su sátira poseían mucho menos alcance. En esta su modestia juega a su favor, con una historia amablemente cómica sobre un grupo de amigos que montan una empresa tecnológica, y donde podemos ver el día a día del trabajo de picar código... y venderlo.
Halt & Catch Fire (2014-2017)
Pese a ser una de las mejores series sobre informática y tecnología, nunca se convirtió en un éxito del calibre de 'Silicon Valley' o 'Mr. Robot'. Quizás porque se centra en los orígenes de la industria, en los tiempos en los que los ordenadores tenían una mínima potencia de la actual y el sector estaba lejos de poder considerarse un negocio relevante. Sus protagonistas son un ejecutivo de la naciente industria informática, una pareja de ingenieros electrónicos, y una programadora superdotada.
La serie duró cuatro temporadas en AMC y adquirió gran relevancia por su pericia a la hora de describir a programadores e innovadores de la industria como personajes tridimensionales con preocupaciones vinculadas a las máquinas, sí, pero tan humanas como las de cualquier drama al uso. Y todo ello puntuado con elementos históricos que los aficionados a la retroinformática conocerán bien, del lanzamiento de la primera consola de Nintendo al nacimiento de los chats y buscadores de internet.
Puedes verla en Filmin.
Silicon Valley (2014-2019)
Con Mike Judge ('Trabajo basura', 'Idiocracia') detrás, podría parecer que estamos ante una sátira de las empresas tecnológicas de última generación. Y algo de eso hay en 'Silicon Valley', aunque no es todo: describe la formación y triunfo de una empresa tecnológica, que crea un programa de envío de archivos revolucionario. En su crecimiento se topa con empresas que son obvios guiños a gigantes tecnológicos que conocemos bien.
Pero 'Silicon Valley' va más allá gracias a sus extraordinarios personajes, a medio camino entre la caricatura nerd de series como 'IT Crowd' y el retrato reconocible de los genios del sector, de lo excéntrico a lo grotesco. 'Silicon Valley' llegó a una interesantísima disyuntiva cuando la realidad la adelantó, convirtiendo la comedia exagerada de sus primeros tiempos en un explosivo reflejo de un sector cada vez más imprevisible.
Publicación de Xataka